
La agresividad es una reacción a un estímulo del entorno y no es porque tu gato “sea malo” o “tenga mal carácter”. De echo, se da con mayor frecuencia en gatos y gatas que no han sido esterilizados (y por lo tanto son más territoriales).
Por lo tanto, parte de la tenencia responsable es esterilizar a los animales de la empresa, y también conocer y monitorear comportamientos anormales con veterinarios profesionales para poder velar por su salud y la salud de su familia humana.
Diferencia con otras formas de agresividad.
Agresividad por juego, se diferencia de otras formas de agresividad, como la territorial o la agresividad por miedo, porque estos gatos no suelen maullar, ni erizan el pelo cuando despliegan el comportamiento agresivo.
No se producen las típicas posturas de estrés o miedo, al contrario, se comportan como sigilosos cazadores al acecho de su presa.
¿Por qué mi gato es agresivo cuando juega?
Hay varias razones por las que un gato puede ser agresivo durante el juego, incluyendo:
- Instinto de caza: Los gatos tienen instintos de caza y pueden ser agresivos durante el juego como parte de su comportamiento natural de caza.
- Estimulación excesiva: Si un gato está demasiado estimulado o excitado durante el juego, puede ser más propenso a reaccionar de forma agresiva.
- Juguetes inapropiados: Si un gato está jugando con juguetes que no son apropiados para su edad o nivel de habilidad, puede ser más propenso a reaccionar de forma agresiva.
- Problemas de comportamiento: Los problemas de comportamiento, como la falta de socialización temprana o la falta de estimulación adecuada, también pueden ser una causa de la agresividad durante el juego en gatos.
Es importante tener en cuenta que los gatos pueden mostrar comportamientos agresivos durante el juego que son normales y seguros, pero también pueden ser un signo de problemas más profundos.
Es recomendable consultar con un veterinario o un especialista en comportamiento felino si tiene preocupaciones acerca del comportamiento de su gato durante el juego.
Otros factores a tener en cuenta
Si nunca antes has tenido un gato agresivo, podría ser una gran sorpresa cuando tu amigo felino, normalmente dulce y lindo, de repente se vuelve contra ti.
Aunque hay muchas razones por las que un gato puede volverse agresivo, hay algunos factores humanos comunes que pueden contribuir al problema.
Uno de los motivos más comunes de agresión felina son los cambios súbitos. Si un gato se siente amenazado o asustado, puede atacar para protegerse.
Esto puede suceder si de repente introduces una nueva mascota o un bebé en la casa, si has tenido un cambio en la dinámica familiar o incluso si has estado tratando a todo el gato demasiado brusco.
Causas por las que un gato es agresivo
Hay varias razones por las que un gato puede ser agresivo, incluyendo:
- Dolor o incomodidad física: Si un gato está experimentando dolor o incomodidad, puede ser más propenso a reaccionar de forma agresiva cuando se le toca o se le maneja.
- Estrés: El estrés puede ser una causa común de la agresividad en gatos. Esto puede incluir cambios en su entorno, la introducción de un nuevo gato o mascota, o la falta de atención y estimulación adecuadas.
- Territorialidad: Los gatos son animales territoriales y pueden ser agresivos con otros gatos o animales que perciben como una amenaza a su territorio.
- Instinto de caza: Aunque los gatos domésticos son alimentados y no tienen que cazar para sobrevivir, todavía tienen instintos de caza y pueden ser agresivos con otros animales o con objetos pequeños que se mueven rápidamente.
- Problemas de comportamiento: Los problemas de comportamiento también pueden ser una causa de la agresividad en gatos, como la falta de socialización temprana, la falta de ejercicio o estimulación adecuados, o una mala experiencia previa.
Es importante tener en cuenta que cada gato es único y puede haber otros factores que contribuyan a su comportamiento agresivo.
Es recomendable consultar con un veterinario o un especialista en comportamiento felino para determinar la causa subyacente y encontrar la mejor manera de abordarlo.
Por malas experiencias o relación con un algo negativo
En algunos casos, sin embargo, los gatos se llevan bien hasta que algo aterrador o desagradable (as los artificiales fuegos o el olor de la clínica veterinaria) está asociado con el otro gato.
En otros casos, las relaciones cambian para significar que los gatos se vuelven locos. Si un gato pasa de la edad de uno a tres años y surgen algunos problemas, la madurez social puede ser un factor.
Por otro lado, debes saber que cualquier cambio repentino en el comportamiento de tu gato podría ser un indicio de una condición médica subyacente.
Si nota algún síntoma físico o comportamiento inusual, o si su gato viene, consulte a su veterinario inmediatamente.